Los adolescentes con síndrome de Asperger y autismo corren un mayor riesgo de ser acosados por sus compañeros.
El acoso entre adolescentes es una amplia gama de comportamientos violentos que incluye el acoso directo e indirecto. Los ataques directos pueden ser verbales o físicos (por ejemplo, burlas, insultos, empujones y golpes), y este tipo de acoso directo es más común entre los niños que entre las niñas. Las manifestaciones indirectas del acoso, que son más comunes entre las mujeres, se expresan en la difusión de rumores humillantes, a menudo con el fin de excluir a un compañero de la empresa y de las actividades conjuntas.
El acoso entre adolescentes con la ayuda de las tecnologías modernas da lugar al fenómeno del «ciberacoso». Mediante el uso de dispositivos electrónicos, los mensajes violentos pueden llegar instantáneamente a la atención de una amplia audiencia, y sus remitentes pueden permanecer en el anonimato o utilizar nombres falsos, y pueden adjuntar imágenes explícitas o despectivas. Esta denominada «hostilidad electrónica», que incluye varios tipos de acoso e intimidación, se lleva a cabo mediante:
A pesar de la variedad de manifestaciones del acoso adolescente, los investigadores identifican varias características fundamentales en él:
La intimidación puede empeorar la salud mental de cualquier adolescente, pero esto es especialmente cierto en el caso de las personas diagnosticadas con el síndrome de Asperger y un autismo de alto funcionamiento, ya que ya tienen que lidiar con altos niveles de estrés. Los adolescentes que son acosados son más propensos a pensar en el suicidio y a mostrar señales de comportamiento suicida. Con demasiada frecuencia, los informes de los medios de comunicación sobre suicidios por intimidación destacan esta terrible consecuencia del acoso entre adolescentes. Además, las víctimas del ciberacoso tienen más probabilidades que las que no han sido objeto de este tipo de acoso de consumir alcohol y drogas, obtener un castigo en la escuela, faltar a clases y sufrir acoso directo en la vida real.
El acoso entre adolescentes también se asocia con un mayor número de casos de portación de armas y peleas que han provocado lesiones. Los estudios sobre varios tiroteos en escuelas (por ejemplo, Pearl, Misisipi; West Paducah, Kentucky; Jonesboro, Arkansas; Springfield, Oregón; Littleton, Colorado) indican que el acoso es un factor que contribuye al estallido de la violencia.
Muchos aspectos del acoso entre adolescentes recuerdan al acoso similar entre los niños pequeños. Sin embargo, también hay características distintivas. Por ejemplo, los adolescentes se muestran reacios a denunciar el acoso a los padres o a las autoridades escolares. En un estudio, los adolescentes se mostraron reacios a hablar sobre el ciberacoso con los profesores u otros adultos en la escuela porque el uso de teléfonos móviles como medio de intimidación está prohibido en las escuelas. Los adolescentes también pueden mostrarse reacios a denunciar el ciberacoso a sus padres por miedo a perder su teléfono móvil o el acceso a Internet.
Sin embargo, si cree que sus compañeros influyen en su hijo más que usted, ¡este no es el caso en absoluto! Las investigaciones muestran que sus acciones pueden marcar la diferencia. Se ha establecido que el comportamiento apropiado de los padres puede prevenir las manifestaciones de la agresión adolescente o proteger a los niños de ella. La asistencia de los padres ayudará con cualquier forma de intimidación. Consideremos estrategias conductuales específicas:
Si su hijo adolescente admite haber sido acosado, tome medidas. Empieza con una conversación alentadora. Dile que harás todo lo que puedas para ayudarlo. Y también que no te quitarás el teléfono celular ni el acceso a Internet debido a la intimidación. Nunca dé a entender que el acoso es culpa de su hijo. A continuación, haga lo siguiente:
Si las medidas enumeradas anteriormente no ayudan, o si su hijo adolescente con síndrome de Asperger ha sufrido lesiones físicas o ha sufrido un trauma psicológico durante un acoso prolongado, consulte a un psicólogo. También puede ponerse en contacto con un abogado. Las acciones legales para detener el acoso pueden hacer que su lugar de residencia sea más seguro para todos los adolescentes.
Traducción: Ildar Skrizhalin
http://outfund.ru/kak-reagirovat-na-travlyu-detej-i-podrostkov-s-sindromom-aspergera/